El design thinking, también conocido como pensamiento de diseño, es un método que busca solucionar problemas de forma creativa, lo suelen usar los diseñadores para solucionar las necesidades de sus clientes.  Por lo tanto, aplicar este método en la educación implicaría hacer que los estudiantes sean capaces de desarrollar un plan de acción que les permita solucionar un problema planteado. Con esto se busca que el estudiante sea capaz de pensar por sí mismo, analizar, solucionar problemas, compartir ideas con los demás, tener un pensamiento crítico y extraer conclusiones útiles. En otras palabras, formar mentes críticas, creativas, independientes e inquietas. 

Con este método, el profesor deja de ser un mero transmisor de contenidos, debido a que se encarga de diseñar la experiencia de aprendizaje de sus alumnos. Este método también hace posible determinar con mayor precisión las deficiencias individuales de cada alumno y sembrar en su experiencia educativa la creación y la innovación hacia la satisfacción de los otros, que más adelante se convierte en simbiótico. 

El proceso de este método es flexible, abierto y se enfoca en la experimentación. De esta manera, también se inculca en los estudiantes el compromiso, la participación activa, la motivación, el trabajo en equipo y pone en todo momento al alumno en el centro de aprendizaje, otorgándole la posibilidad de tomar decisiones e ir moldeando la actividad gradualmente. 

Fases del design thinking 

1. Empatía y comprensión: se requiere que el aula sea un lugar lleno de empatía, donde los estudiantes puedan comprender el desafío que se les plantea para iniciar a plantear ideas. Se requiere de liderazgo empático, es decir, ponerse en los zapatos del otro para ver más allá de sí mismos y así comprender las necesidades y circunstancias de los demás. El profesor debe tomar en consideración los intereses y necesidades de los alumnos. 
2. Definir e idear: el alumno debe saber elegir información útil para luego debatir y proponer probables soluciones. Lo más relevante es desarrollar la habilidad de percibir lo más importante de lo secundario, de estar en disposición de ver las cosas desde una perspectiva diferente. Por otro lado, se debe diseñar prototipos válidos y escoger el más pertinente. En esta etapa, los estudiantes necesitan desarrollar su creatividad e imaginación.  
3. Prototipar y evaluar: se pone a prueba la idea seleccionada para verificar su utilidad. De no ser así, se deben buscar otras opciones. Implica construir, comprobar e iterar. Es necesario que los alumnos logren hacer que sus propuestas de solución sean eficaces y sean aceptadas por los demás compañeros. La idea es que los alumnos analicen y reflexionen sobre los resultados que obtienen, y evaluar todo el proceso de aprendizaje.

Para aplicar esta metodología en las clases se requiere de los siguientes factores: 

En resumen, el design thinking hace que los alumnos piensen en un problema desde un punto de vista poco convencional para crear mentes críticas. Con el paso de los años, esta metodología es cada vez más utilizada, los profesores personalizan sus propios métodos de manera más flexible para adaptarlos en sus propios contextos. 

Para conocer más sobre temas de métodos para innovar la educación, la Universidad Internacional Iberoamericana (UNINI Puerto Rico) ofrece varios programas universitarios como la Maestría en Educación con especialidad en Organización y Gestión de Centros Educativos. 

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Fuentes: Design thinking: qué es y cómo se puede aplicar esta metodología innovadora en el aula Design thinking: qué es y cómo integrarlo en tus clases