La moda ética y sostenible está ganando popularidad, pero las personas siguen optando por la moda rápida.
Diversos estudios han demostrado que los consumidores tienen mayor conocimiento sobre los problemas de sostenibilidad en el ámbito de la moda. Consideran que es necesario que las empresas tomen en cuenta los desafíos sociales y medioambientales. Las generaciones más jóvenes, principalmente los millennials y la generación Z, les dan suma importancia a las cuestiones ecológicas en sus decisiones de compra.
No obstante, según Victor Ramo de B the Change, la moda rápida y los negocios tradicionales siguen dominando la industria. Consecuentemente, es difícil que la moda sostenible logre alcanzar cuotas grandes en el mercado. Pese a que muchos clientes hablan de resaltar la moda sostenible, los datos reflejan que representa solo una pequeña parte del negocio. Pero existen razones para confiar en el futuro, gracias a la participación de las nuevas generaciones en el mercado.
Dificultades para comercializar la moda ética
Una de las mayores barreras para vender la moda ética es el precio; ya que muchos consumidores siguen priorizando el precio, la conveniencia y el estilo por encima de la sostenibilidad. Incluso los millennials y la generación z, que son el público objetivo de la moda rápida. El precio y la conveniencia son factores que determinan en gran medida los resultados. Así mismo, el cambio también depende de factores como la economía y la educación del consumidor.
La colaboración y asociación entre empresas de moda ética y tiendas establecidas podrían incrementar la accesibilidad y visibilidad de la moda sostenible. Sin embargo, las empresas de moda sostenible aún no tienen la capacidad de liderar estas colaboraciones. Debido a que no tienen una gran cuota en el mercado. Esto puede cambiar con la ayuda de los políticos, mediante el incremento de la demanda del consumidor y la instauración de un marco regulatorio favorable.
Por lo tanto, se requieren regulaciones y políticas adecuadas para desarrollar soluciones éticas y sostenibles atractivas. Puesto que las buenas intenciones son positivas, pero sin una estructura sólida no funcionan.
La solución no únicamente depende de las marcas, movimientos o de los políticos; sino que todos los consumidores pueden ayudar haciendo compras responsables.
Finalmente, la Universidad Internacional Iberoamericana (UNIB) ofrece la Maestría en Gestión y Auditorías Ambientales.
Fuente: Vender moda ética ¿misión imposible o llegó su momento?