Debido al confinamiento y a las nuevas formas de compras, el comercio electrónico se ha disparado de forma vertiginosa; atiende las nuevas necesidades de los consumidores.
El comercio electrónico es una buena alternativa, no únicamente para los consumidores, sino para todos los comerciantes también; desde las grandes compañías que desean extender su base de clientes y promocionar sus productos con menores costos, hasta los emprendedores digitales que buscan hacer negocio. Un aspecto muy importante a señalar es que la seguridad es un componente clave e indispensable para iniciar cualquier proyecto de compra o venta. Dado que la cyber-delincuencia no únicamente altera la confianza de los consumidores; sino que también la imagen y credibilidad de las compañías que ofrecen sus productos o servicios por las redes sociales o páginas webs.
Ventajas latentes
El comercio electrónico ofrece diversas ventajas y algunas de ellas son las siguientes:
No tiene un límite geográfico, por lo tanto, es posible vender en un territorio extenso contando con una operación centralizada. Otras de las ventajas es que llega a una gran cantidad de clientes y esto es posible gracias a la expansión y el apogeo de los sitios web y las redes sociales; puesto que permiten que las personas puedan acceder a la información del producto, compartan sus experiencias de compras con otros consumidores y comparen costos.
También tiene como ventaja que requiere menores costos de operación y mantenimiento; pone a disposición de los clientes diversas opciones de pago, para que los consumidores no se vean limitados a usar tarjetas de crédito u obligados a estar inscritos en un banco.
Con el paso del tiempo, se ha ido mejorando ciertos aspectos, como el servicio al cliente, la seguridad y la tecnología; con el fin de brindar una mejor experiencia a los consumidores, quienes también se están adaptando a una nueva forma de consumo mediante lo digital. Gracias a lo anterior y gracias a las acciones implementadas en transacciones y páginas webs responsables, tal como el establecimiento de protocolos y la utilización de servidores confiables con conexiones cifradas que resguardan la información privada del usuario, la confianza del consumidor ha ido creciendo.
Algunos de los puntos clave para el comercio electrónico están en tener un sitio web bien diseñado; proporcionar información completa y concisa sobre los productos, brindar atención inmediata y resolver las dudas de los consumidores. También es muy importante poner a disposición métodos de pago confiables, tanto para el vendedor como para el consumidor.
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