El urbanismo sostenible consiste en hacer uso de los principios de la economía circular al momento de planificar las ciudades y edificios, con la finalidad de que los mismos funcionen como un ecosistema con sus propias dinámicas circulares en ámbitos como la energía, los residuos, el agua o la movilidad; en conjunto con la necesidad de proporcionar una calidad de vida adecuada a los habitantes. 

La economía circular es un modelo de producción y consumo que busca compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos que existen todas las veces que sea posible para sacarles mayor utilidad. 

Copenhague, la capital danesa, es considerada como el mejor modelo de urbanismo circular en todo el mundo. Esta ciudad cuenta con casi 800 mil habitantes en el área urbana y 1,3 millones de personas en el área metropolitana.

Para el año 2025, se tiene previsto cumplir con el objetivo de la neutralidad climática. Si logra cumplirlo, se convertiría en la primera capital del mundo con cero emisiones. 

Jakob Norman-Hansen, experto en urbanismo, señaló que, en los años 80, Copenhague estaba en una condición deteriorada, ya que era una ciudad muy sucia e industrializada, con aguas contaminadas. No obstante, se trabajó duro para el progreso sostenible de la ciudad. 

En el transcurso de los años 90, Dinamarca inició con acciones concretas para cambiar la situación de todo el país, principalmente, en su capital. Norman-Hansen indica que se instituyó un nuevo modelo de desarrollo urbano, sin afectar el desarrollo económico y la calidad de vida de los habitantes. 

Cuatro factores relevantes de su urbanismo

1. La movilidad verde: una gran parte de los habitantes no usan auto, sino que se movilizan en bicicletas. Esta facilidad de moverse en bicicleta es posible gracias a la financiación público-privada de la infraestructura ciclista. Por lo tanto, seis de cada diez ciudadanos usa bicicleta para ir al trabajo, por ende, tienen una mejor calidad de aire. 
2. Energía renovable: Copenhague tiene una planta de energía eléctrica que funciona a partir de residuos, de esta manera le da un impulso a la biomasa. 
3. Hace uso de nuevas tecnologías: tales como monitorización y el big data para racionalizarlas. A partir de 2016, ha logrado minimizar en gran medida la contaminación que producen los sistemas de calefacción. 
4. La naturaleza circular de Copenhague está vinculada a un replanteamiento de los espacios públicos y un urbanismo inteligente.  Por ejemplo, a partir del 2010 se exigió que todos los edificios nuevos incluyeran azoteas verdes, aptos para absorber partículas contaminantes. Así mismo, una gran parte de la ciudad urbana está conformada por áreas verdes y algunos de ellos están constituidos para combatir los efectos del cambio climático. Añadido a esto, las infraestructuras son sencillas y disfrutables por los habitantes. 

Si se desea conocer cómo se pueden construir ciudades más sostenibles, la Universidad Internacional Iberoamericana ofrece cursos para ampliar el conocimiento sobre estos temas. Uno de ellos es la Maestría en Diseño, Gestión y Dirección de Proyectos con Especialidad en Arquitectura y Urbanismo 

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Fuente: Urbanismo circular: el futuro de las ciudades sostenibles