En España y en Malta se han planteado la inclusión laboral para las personas que padecen de enfermedades crónicas.
Así lo han expresado desde la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y la Malta Health Network (MNH), dos organizaciones que representan a los pacientes de enfermedades crónicas, entre muchos más padecimientos.
El objetivo principal de las organizaciones es visibilizar a aquellas personas que padecen de enfermedades crónicas que desean ser incluidas en el mercado laboral, ya que bajo las condiciones actuales se torna especialmente complicado su adhesión a un sistema que tantas veces se lo piensa dos veces antes de incluirlas.
La apuesta de POP y MNH no está dirigida únicamente a la inclusión laboral, sino a la inclusión social, a que no exista un estigma social para aquellos individuos que padecen una enfermedad crónica. Para ello han desarrollado una guía, “La gestión de personas con enfermedad crónica en el entorno laboral”, para que las empresas conozcan su propuesta y las necesidades de las personas que padecen una enfermedad crónica, para la inclusión de las personas con enfermedades crónicas en los ámbitos laborales.
Una realidad palpable
Tan solo en Europa una de cada tres personas, en los rangos de edad de 16 a 64 años, sufre de una enfermedad crónica. En números mayores, las personas que padecen de una enfermedad crónica, representan una gran densidad poblacional que desea sumarse al mercado laboral.
El desempleo, la inestabilidad laboral y el rechazo directo por su condición afectan a las personas que padecen una enfermedad crónica por el hecho de sentirse menos productivas para la sociedad o directamente por generar un impacto emocional profundo.
La salud en el entorno laboral
Las empresas que implementan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para la promoción de entornos laborales saludables, que se enfoquen en promover el bienestar y la seguridad de sus trabajadores, son aptos para darse la oportunidad de iniciar la implementación de personas que padecen enfermedades crónicas. Así como para que los empleados se sientan en entornos cómodos y la productividad se mantenga de forma sostenible.
La economía también se ve beneficiada, pues el acceso al trabajo en condiciones de bienestar y seguridad aseguran que los programas de bienestar social se mantengan mejor regulados y eficientes.
Foto: Derechos reservados. Fuente: Apuesta por la plena inclusión laboral de las personas con enfermedades crónicas
