Incluso quienes padecen ansiedad crónica pueden experimentar cierto alivio de los síntomas mediante el ejercicio físico frecuente. Según una investigación, la mayor intensidad del entrenamiento se corresponde con mayores beneficios para la salud mental.
Un estudio reciente demuestra los beneficios de la actividad física para disminuir la ansiedad. Según la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la ansiedad se define como una reacción extrema ante acontecimientos comprometidos en la que la persona se ve desbordada y funciona de forma diferente bajo ese estrés. Incluso cuando se trata de un trastorno crónico, un estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) reveló que el ejercicio moderado y extenuante puede ayudar a calmar los síntomas de la ansiedad.
El ejercicio físico tiene diversos beneficios, como la mejora de la salud mental y física. Además, puede contribuir a la prevención de enfermedades no transmisibles, como el cáncer, la diabetes y otras enfermedades cardiovasculares.
En este estudio participaron 286 pacientes diagnosticados de síndrome de ansiedad procedentes de diversos servicios de atención primaria de Gotemburgo y el norte del condado de Halland. Alrededor del 50% de los participantes llevaban al menos 10 años con ansiedad. La edad media era de 39 años y el 70% del grupo eran mujeres.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente a un ejercicio grupal moderado o extenuante durante 12 semanas para poder analizar los resultados de la actividad. Las sesiones de entrenamiento eran de 60 minutos cada una y se realizaban tres veces por semana. Los principales tipos de ejercicio fueron el cardiovascular y el de fuerza.
Las sesiones incluían un calentamiento y luego un entrenamiento en círculo entre varias estaciones durante 45 minutos. Las sesiones terminaban con un enfriamiento y estiramientos. Los seleccionados para el ejercicio moderado debían alcanzar el 60% de su frecuencia cardíaca máxima. Luego, el grupo que participó en los entrenamientos de mayor intensidad alcanzó el 75% de su frecuencia cardíaca máxima. Estos niveles se controlaron mediante la escala de Borg y los monitores de frecuencia cardíaca.
Los resultados del estudio demuestran que los síntomas de ansiedad se aliviaron ampliamente en comparación con el grupo de control que sólo recibió asesoramiento sobre la actividad física. Durante el programa, muchos de los participantes pasaron de su estado inicial de ansiedad moderada a alta a un nivel de ansiedad más bajo al final de las 12 semanas.
Los que se ejercitaron a mayor intensidad experimentaron incluso un mayor alivio de la ansiedad. Por ejemplo, la probabilidad de mejora de los síntomas de ansiedad se multiplicó por 4,88. Los que participaron en el ejercicio moderado mejoraron en un factor de 3,62.
Antes de este estudio, no había muchas investigaciones sobre el impacto específico del ejercicio para las personas con trastornos de ansiedad. Es útil tener en cuenta los beneficios para los que padecen este trastorno, para que puedan controlar sus síntomas a través de la actividad física.
La Universidad Internacional Iberoamericana (UNINI Puerto Rico) patrocina varios cursos para aprender más sobre el ejercicio físico, así como sobre enfermedades y trastornos comunes. Algunos de estos programas son la Maestría en Actividad Física: Entrenamiento y Gestión Deportiva y la Maestría en Ciencias Naturopáticas.
Fuente: Este es el tipo de ejercicio perfecto para calmar la ansiedad
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