La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado nuestras vidas, facilitando tareas cotidianas y profesionales. Sin embargo, un análisis profundo de sus efectos revela un lado menos optimista: el uso excesivo de esta tecnología podría debilitar nuestra memoria y capacidad de pensamiento crítico. Tanto la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) como diversos expertos académicos han advertido sobre los riesgos de depender en exceso de la IA, señalando posibles consecuencias en nuestra evolución cognitiva.
El riesgo de la “amnesia digital” y la atrofia cognitiva
La “amnesia digital” es un fenómeno identificado por estudios recientes, que describe cómo el constante uso de dispositivos y sistemas de IA para almacenar información reduce nuestra capacidad de retener datos en la memoria. Según la Dra. Mara Dierssen, presidenta del Consejo Español del Cerebro, delegar tareas como la redacción de textos o la resolución de problemas en sistemas de IA disminuye el esfuerzo neurológico necesario para fortalecer nuestra memoria y habilidades críticas.
Por otro lado, la teoría de la “Ley de Reversión” de Marshall McLuhan, citada por la catedrática Eva Aladro Vico, advierte que el uso excesivo de cualquier herramienta puede generar efectos contrarios a los deseados. En el caso de la IA, esto podría traducirse en una atrofia de la inteligencia humana, ya que dejamos de ejercitar nuestras capacidades cognitivas al depender de sistemas que “piensan por nosotros”.
Avances en medicina y neurotecnología: el equilibrio necesario
A pesar de los riesgos, la IA también ofrece oportunidades significativas, especialmente en el ámbito médico. Según el Dr. David Ezpeleta, vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología, la IA ha demostrado su utilidad en áreas como la predicción de respuestas a tratamientos farmacológicos y el desarrollo de interfaces cerebro-médula espinal para pacientes con lesiones graves. Estos avances subrayan la importancia de dirigir los desarrollos tecnológicos hacia aplicaciones que realmente mejoren la calidad de vida.

Sin embargo, Ezpeleta también destaca la necesidad de capacitar a los profesionales médicos en el uso de estas tecnologías. Aunque la IA lleva décadas en desarrollo, su integración en la práctica clínica sigue siendo limitada debido al desconocimiento de conceptos básicos como las neuronas artificiales.
Recomendaciones para preservar nuestras capacidades cognitivas
Mantener un equilibrio entre el uso de la IA y el ejercicio mental es crucial para evitar la dependencia tecnológica. Los expertos recomiendan:
- Fomentar el pensamiento crítico: Resolver problemas y tomar decisiones sin recurrir inmediatamente a la tecnología.
- Adoptar hábitos saludables: Una dieta mediterránea, ejercicio regular y un sueño reparador son esenciales para la salud cerebral.
- Reducir el tiempo frente a pantallas: Especialmente en niños, para evitar problemas de atención y aprendizaje.
- Promover la interacción social: El contacto humano mejora el bienestar emocional y cognitivo.
- Además, es fundamental educar a las nuevas generaciones sobre el uso responsable de la tecnología, evitando que herramientas como ChatGPT sustituyan completamente el esfuerzo intelectual necesario para aprender y reflexionar.
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Si la inteligencia artificial piensa por nosotros, ¿puede atrofiarse nuestro cerebro?