Mejorar prácticas en agricultura es clave para asegurar la producción de alimentos frente al calentamiento global.
Un grupo de investigadores ha presentado un estudio en el que se concluye que es posible producir más alimentos sin necesidad de desperdiciar más agua, solo se requiere optimizar los métodos actuales de riego para incrementar el rendimiento de los cultivos.
El reto para los agricultores radica en reconocer los métodos de regadío que son más adecuados para su región. Lograr un efectivo manejo del agua, permitiría a largo plazo reducir el hambre en el planeta.
Los investigadores identificaron que existe mayor potencial para mejorar la gestión hídrica, precisamente en aquellas regiones en las que se podría experimentar escasez de agua, como Sudáfrca, México, Australia, China y el Oeste de Estados Unidos.
Las realidades son muy distintas en cada región, por ello Dieter Gerten, coautor del estudio, destaca que es necesario que los gobiernos locales intervengan regulando el entorno comercial, estableciendo leyes para regular la actividad agrícola y otorgando créditos para permitir que se desarrolle la gestión del agua a gran escala.
Calentamiento global
El calentamiento global es un problema que en un futuro cercano incrementaría el impacto de las sequías y alteraría los patrones de lluvias, haciendo que la disponibilidad de agua sea más crítica que antes.
Los investigadores aseguran que se puede trabajar para mejorar el manejo del agua en todas las regiones para contrarrestar el impacto de calentamiento global. Pero es necesario lograr una reducción de las emisiones de CO2, porque de lo contrario la gestión del agua no será suficiente para paliar los efectos del clima.
Aprovechar el agua
Se hace necesario compartir estrategias y técnicas para aprovechar el agua. Los científicos han identificado diversas técnicas que serían muy útiles si se aplicasen en todas las regiones, por ejemplo, la práctica de almacenar agua de lluvia en cisternas se realiza regularmente en África, pero se aplica pocas veces en las regiones semiáridas de Norteamérica y Asia.
Los agricultores deberían ser instruidos en la aplicación de diversas técnicas para mejorar el manejo del agua, como el acolchado de suelos, que consiste en cubrir el suelo con grandes bloques de plástico o colocando residuos de cultivos sobre el campo, para reducir la evaporación. Debiendo analizar también la aplicación de técnicas como el riego por goteo.
El estudio revela que al utilizar un sistema integrado de gestión de agua se podría lograr, en un escenario modesto, un incremento de la producción del 18% de kcal, mientras que en un escenario más ambicioso podría lograrse incrementar la producción hasta 41% kcal. De lograrse una efectiva gestión del agua podría reducirse la brecha en la producción de alimentos hasta el 2050.
Los interesados pueden descargar el estudio en este enlace.
http://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/11/2/025002
Foto CC: StateofIsrael