Según cifras del Banco Mundial y la OMPI, en Latinoamérica y el Caribe hay un alto número de empresas y requieren de recursos para incentivar la innovación

Históricamente América Latina ha estado rezagada respecto de otras regiones en términos de innovación debido a los bajos niveles de inversión en I+D, bajos estándares en educación y políticas débiles según el economista español Ricardo Aceves del portal El Observador de Uruguay.

Datos publicados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de Naciones Unidas (OMPI), revelaron que el número de patentes solicitadas en la región durante 2016 fueron bajas en comparación al 2015. En cambio, en el mismo período varios países asiáticos registraron aumentos substanciales. La OMPI ha atribuido este pobre desempeño a la situación económica y a la reducción de recursos que los gobiernos, las empresas y las universidades destinaron a la innovación.

Según la OMPI, América Latina es una región con un gran potencial de innovación inexplorado. A pesar de esto, la organización reconoció que en los últimos años ningún país de la región ha sido considerado como un país innovador, la OMPI define así a quienes mejoran un 10% por encima de sus pares teniendo en cuenta el nivel de PIB como los son, Vietnam o la India.

Asimismo, el Índice Mundial de Innovación 2017, elaborado conjuntamente por la Universidad Cornell en EE.UU., la escuela de negocios INSEAD y la OMPI, en Latinoamérica ningún país aparece entre los primeros 25 países más innovadores del mundo. El puesto más alto es para Chile, que ocupa el lugar número 46, seguido de Costa Rica (53) y México (58). La lista evalúa la situación de 130 economías teniendo en cuenta parámetros como el gasto en educación o los niveles de inversión en desarrollo.

Incluso, datos de la UNESCO confirman que el gasto en I+D en la región latinoamericana es considerablemente bajo. En promedio, la mayoría de los países gastan menos del 0,5% del PIB y el gasto proviene principalmente del sector público, mientras que el gasto promedio en los países de la OCDE fluctúa entre el 2% y el 4% del PIB.

En síntesis, las organizaciones como la OMPI sugieren que los gobiernos, la academia, instituciones privadas y públicas incentiven la innovación en las empresas en la región de Centro y Latinoamérica.

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Fuente: Informe del Banco Mundial: “El Emprendimiento en América Latina: muchas empresas y poca innovación”

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